Una de las más conocidas es la cámara del beso – en la que debes besar a tu acompañante mientras te enfocan – pero en esta ocasión se trata de la “flex cam” – una cámara que pretende que el público muestre con orgullo sus músculos del tren superior.
Durante la filmación aparecen varios niños y adultos luciendo bíceps como si de una competición de culturistas se tratara. Entonces la cámara se detiene delante de un hombre enorme orgulloso a más no poder de sus grandes brazos.
Se nota a una legua de distancia que se está pavoneando enfrente de las dos chicas que tiene detrás. Pero con lo que no contaba era que una de esas dos mujeres tuviera unos bazos todavía más fuertes y trabajados que los suyos.
Nada más verlos el hombre se siente avergonzado y se retira de la “competición” frustrado al ver a su rival. Una derrota con la que no contaba y que acabó siendo un buen baño de realidad
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